Los Hornos de Hitler narran la historia verídica de Olga
Lengyel desde su llegada hasta su liberación en los campos de concentración de
Auschwitz-Birkenau, describiendo entre ellos las terribles vivencias durante
esos días interminables muestra del odio racial, la intolerancia religiosa y el
despotismo político. Olga esposa de Miklos Lengyel, sus dos hijos: Thomás y
Arved, los padres de la autora y su padrino habitaban en Cluj un pequeño pueblo
de Rumania dominada por Hungría en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. A
principios de 1994 dos terceras partes de Europa, pertenecían al Tercer Reich
es decir, al imperio que según Hitler estaba destinado a cumplir mil años, se
sabe que parte de la ideología del Partido Nacional Socialista de los
Trabajadores Alemanes se fundamenta en la creencia de una raza superior. Los
alemanes son Arios, descendientes de una raza caucásica, cuyo privilegio
residía en no haberse mezclado jamás con cualquier otra, ésta raza es superior
a todas las demás y es la destinada a dominar al mundo. Debido a esto Hungría
se había vuelto en un país Pro-nazi colaborando con los alemanes y siendo
apoyados por la Gestapo y S.S para deportar a negros, gitanos, árabes, latinos
pero principalmente judíos y toda aquella raza que no fuera Aria. Olga y su
familia contaban con su propio hospital, producto del esfuerzo del trabajo y la
dedicación del esposo y padre a través de los años, en ese hospital trabaja
Osvath anterior estudiante del Dr. Lengyel, había ya pasado largo tiempo con la
familia y confiaban en él como miembro del Hospital y amigo, un día durante el
famoso toque de queda el Dr. Lengyel fue llamado a las oficinas de la Gestapo,
Osvath estando en la oficina del Dr. Mando a llamar a Olga, le comunico que
hace tiempo estaba colaborando con los Nazis y pensaba sacar total provecho de
eso, le dijo que tenía que firmar unos papeles donde le cedía por completo el
Hospital o si no su esposo moriría, Olga no sabía qué hacer pues su padrino y
sus padres estaban enfermos e internados en este, pensó en sus hijos pero
sobretodo en su esposo, accedió y firmo los papeles no solo entregándole el
Hospital, también su casa y todo lo que había en esta. Ese mismo día salieron
de la casa refugiándose en un convento donde conocían a la hermana Esther. Una
semana después el padrino de Olga falleció, ese mismo día el Dr. Lengyel fue
llamado de nuevo a las oficinas de la Gestapo, ella tenía un mal presentimiento
no quería quedarse con la duda de que pasaría con él a sí que se puso a
investigar y supo que iban a deportar a su esposo por falta de doctores en
Alemania. Ella junto con sus dos hijos y padres fueron a las oficinas de la
Gestapo y le dijeron que si quería podía ir con su marido. Ese fue el comienzo
de un terrible viaje que terminaría aun peor. Olga, Miklos, sus hijos y abuelos
llegaron a la estación de ferrocarriles y en vagones aptos para ocho caballos,
donde se amontonaban a 96 personas por vagón. Partieron con rumbo desconocido
los primeros tres días los pasaron sin una gota de agua y comida, el vagón no
tenía ni una sola ventana y el calor era abrazador por lo cual era difícil
respirar dentro, las personas tenían que dar a los alemanes sus prendas de vestir
a cambio de 1 vaso de agua, las enfermedades no tardaron en darse, murieron
dentro del vagón 6 personas, el resto tenía que convivir con los cadáveres pero
llego un punto donde les dejo de importar solo querían que esas puertas se
abrieran. Tras días terribles el tren se detuvo pero no los sacaron hasta el
día siguiente, las puertas se abrieron, niños y ancianos iban del lado
izquierdo y mujeres y hombres al derecho, Olga pensó que sus hijos deberían
estar del lado izquierdo pues no quería que tuvieran trabajos forzados a sí que
mintió sobre la edad de Thomás diciendo que tenía menos de 12, dejo a sus
padres, ambos hijos y a su esposo. Debo decir que del lado izquierdo el campo
de concentración era Birkenau aunque en realidad era un campo de exterminio pues
allí se encontraban los crematorios y cámaras de gas, el lado derecho era
Auschwitz donde todos los deportados eran forzados a cumplir trabajos duros y
usados como conejillos de indias para experimentos científicos pero al final
terminarían todos en el crematorio solo era cuestión de tiempo. Olga fue
instalada él una barraca especialmente para mujeres, al llegar eran obligadas a
dejar absolutamente todas sus pertenencias en un lugar que los alemanes
llamaban ¨Canadá, ¨ las bañaban, rapaban y como ropa les daban unos trapos
viejos que sin lugar a dudas pudieron haber sido en alguna época prendas muy
lujosas. No puedo describir todos los días con detalle sobre lo que pasaba en
ese lugar pero resumiré lo más importante. Las internadas eras colocadas en pequeños
cuartos de madera era demasiado incomodo dormir todas juntas pues no cabían,
las primeras dos semanas que permanecieron allí no les dieron agua ni alimento,
y cuando se los daban era agua sucia, sopa o un trozo de jamón podrido que
realmente provenía de carne de los crematorios, la higiene era un problema pues
no se les permitía bañarse y pronto empezaron las enfermedades y plagas de
piojos, a falta de comida todas las internadas bajan de peso de una manera
increíble pero cierta. Cada semana todas la que habitaban en el campo tenían
que formar una enorme fila en el patio para las llamadas ¨selecciones¨, quien
las hacia Irma Griese ¨El Ángel Rubio de Belsen¨ como la prensa la llamo
durante el juicio de Nüremberg junto con Josef Kramer ¨La Bestia de Auschwitz¨
eran miembros mayoritarios de la S.S y con mayor autoridad en Auschwitz, las
que eran seleccionas normalmente eran enfermas o discapacitadas pero ellos
escogían a quien se le diera la gana, debo recalcar que las seleccionadas iban
directo al crematorio. Durante las selecciones ningún miembro de las filas se
podía mover o los soldados alemanes les imponían castigos crueles y absurdos
como, cargar piedras de un lado a otro y una vez acabado regresarlas a su lugar
de origen, correr con piedras en los pies, manos y cuello por todo el campo,
quedarse expuesta al sol por varias horas sin una gota de agua o quedarse sin
alimento por varias semanas además de recibir golpizas impuestas por los
alemanes con toda su crueldad. En Mayo de 1994 debido a los conocimientos de
Olga sobre medicina la nombraron parte de las enfermeras del Hospital del
campo, era un pequeño cuarto donde atendían cerca de 400 a 600 mujeres al día,
pero a falta de instrumentos y medicamentos no podían ejercer su trabajo del
todo bien sin mencionar que por la falta del agua había sangre en el suelo y
sabanas, las enfermeras gozaban de algunos privilegios como comida más decente
y higiene personal más seguida. Dentro del cuerpo de enfermería Olga conoció a
¨L¨ con este sobrenombre lo describe en su libro, L era miembro de la
resistencia dentro del campo de concentración colaboraba con otros miembros de
la resistencia que operaban escondidos en las montañas, ellos introducían
dinamita al campo de concentración con el fin de volar los hornos crematorios.